El Método de Marinado de Jengibre de Abuela de 30 Años que lo Mantiene Fresco durante un Año

El Método Perfecto para Hacer Jengibre en Conserva: Fresco, Crujiente y Duradero

El jengibre encurtido es uno de los acompañamientos más sabrosos para comer con arroz. Aunque es un proceso simple, muchos no logran hacerlo bien, ya que el jengibre puede quedar blandito, no crujiente, insípido o incluso puede estropearse rápidamente. Hoy quiero compartir el método que mi madre ha utilizado durante más de 20 años, el cual asegura que las rodajas de jengibre quedan crujientes, sabrosas, no pican y mantienen su frescura durante un año. A continuación, te enseñaré paso a paso cómo preparar jengibre en conserva, con un toque delicioso y duradero.

Ingredientes:

  • Jengibre fresco y tierno
  • Azúcar blanca (no sal)
  • Vinagre blanco
  • Azúcar de roca amarilla
  • Sal (en pequeña cantidad)
  • Agua limpia

Preparación

Paso 1: Elegir el Jengibre

El jengibre fresco es lo más adecuado para este proceso, especialmente el jengibre joven, que es más blanco, tierno y contiene suficiente humedad. Durante los meses de verano, es cuando se puede encontrar este jengibre fresco, ideal para el encurtido. La piel de este jengibre es delgada y tiene un sabor menos picante que el jengibre más viejo, lo que lo hace perfecto para este tipo de preparación.

Paso 2: Lavar el Jengibre

Antes de comenzar con el proceso de encurtido, es importante limpiar bien el jengibre. Debido a que el jengibre crece en la tierra, puede tener algo de suciedad en su superficie. Para limpiarlo, primero colócalo en un recipiente grande con un poco de sal y agua. Mezcla bien para disolver la sal y permitir que el jengibre se empape. Deja reposar por unos minutos para que la suciedad se afloje y sea más fácil de quitar.

Usa un cepillo de dientes desechable para frotar el jengibre y quitar toda la tierra, asegurándote de eliminar cualquier posible huevo de insecto o impurezas. Después, enjuágalo bien con agua limpia. Algunos prefieren pelar el jengibre, pero te sugiero que no lo hagas, ya que la cáscara aporta un sabor y una textura únicos, y en conjunto con la carne del jengibre, el sabor se vuelve más intenso y delicioso.

Paso 3: Secar el Jengibre

Una vez limpio, coloca el jengibre en una rejilla o colador para que drene el exceso de agua. Es importante secarlo completamente al sol durante una hora o, si tienes prisa, puedes secarlo con papel de cocina. Este paso es crucial para evitar que el jengibre se estropee más adelante.

Paso 4: Cortar el Jengibre

Ahora, toma el jengibre seco y córtalo en rodajas finas de aproximadamente 2 a 3 mm. Si las rodajas son demasiado gruesas o demasiado finas, el sabor no será el ideal. El jengibre joven tiene un sabor más suave, por lo que el grosor de las rodajas es clave para que queden sabrosas y con la textura correcta.

Paso 5: Marinar con Azúcar

Coloca las rodajas de jengibre en un tazón grande y agrega 2 cucharadas de azúcar blanca. Mezcla bien con las manos para que el azúcar se distribuya uniformemente. El azúcar no solo le dará un sabor dulce, sino que también ayudará a extraer el agua del jengibre, manteniendo una textura crujiente. A diferencia de la sal, el azúcar no hace que el encurtido sea demasiado salado, lo que garantiza que el sabor sea más equilibrado.

Deja marinar el jengibre durante 30 minutos para que el azúcar haga su trabajo.

Paso 6: Preparar el Aderezo

Mientras el jengibre se marina, prepara el aderezo. En una olla, agrega una taza de vinagre blanco y una cantidad adecuada de azúcar de roca amarilla. Calienta la mezcla a fuego alto hasta que el azúcar se disuelva completamente. Puedes ajustar la cantidad de azúcar según tu preferencia por lo dulce o ácido. Una vez que el azúcar esté disuelto, agrega una pequeña cucharadita de sal. Aunque algunos creen que la sal no es necesaria debido al azúcar de roca, agregar un poco de sal hace que el sabor del encurtido sea más auténtico. Revuelve bien hasta que la sal se disuelva completamente.

Paso 7: Enfriar el Aderezo

Una vez que la mezcla de vinagre esté lista, retírala del fuego y deja que se enfríe completamente antes de usarla. El vinagre caliente podría afectar la textura del jengibre, por lo que es importante esperar a que el líquido se enfríe.

Paso 8: Preparar los Frascos

Mientras tanto, prepara uno o dos frascos de vidrio. Asegúrate de esterilizarlos antes de usarlos. Puedes hervirlos en agua o enjuagarlos con alcohol blanco fuerte para eliminar cualquier bacteria o impurezas. Una vez esterilizados, colócalos al sol para que se sequen completamente.

Paso 9: Empacar y Verter el Aderezo

Cuando los frascos estén listos, coloca las rodajas de jengibre marinado en ellos, llenando aproximadamente tres cuartos del frasco. Luego, vierte el aderezo enfriado sobre el jengibre hasta cubrirlo por completo. Asegúrate de que el jengibre quede completamente sumergido en el líquido para evitar que se estropee. Cierra bien los frascos con su tapa.

Paso 10: Reposo y Conservación

Deja reposar el jengibre encurtido en el refrigerador durante una semana antes de consumirlo. Durante este tiempo, el jengibre absorberá todos los sabores del vinagre, azúcar y sal, logrando una textura crujiente y un sabor equilibrado. Si el clima es cálido, puedes mantener el encurtido en la nevera, donde puede durar hasta un año sin problema.

Beneficios del Jengibre Encurtido

El jengibre encurtido es una excelente fuente de sabor y nutrición. Además de ser delicioso, contiene los beneficios antioxidantes y antiinflamatorios del jengibre, y puede ayudar a mejorar la digestión, aliviar náuseas y mejorar el apetito, especialmente durante los calurosos días de verano. Como dice el refrán: “Come rábanos en invierno y jengibre en verano.”

El jengibre encurtido no solo es un excelente acompañamiento para platos como arroz o fideos, sino que también puede utilizarse para dar sabor a sopas, pescados y ensaladas. Es un condimento muy versátil y, lo mejor de todo, no contiene conservantes ni aditivos, lo que lo hace una opción más saludable.

Conclusión

Hacer jengibre encurtido en casa es fácil y gratificante. Con el método de mi madre, puedes asegurarte de que tu jengibre quede crujiente, delicioso y duradero, sin necesidad de utilizar sal en exceso ni conservantes artificiales. Con paciencia y los ingredientes adecuados, disfrutarás de este saboroso manjar todo el año.