Si deseas comprar manzanas crujientes y dulces, debes aprender algunos consejos de selección. Si no lo crees, prueba por ti mismo. Las manzanas son definitivamente una de las frutas más consumidas. No solo son muy ricas en nutrientes, sino que también contienen muchos elementos traza que son necesarios para nuestro cuerpo y pueden promover el metabolismo humano. Además, tienen un sabor delicioso. Debido a lo beneficiosas que son las manzanas, muchas personas las compran con frecuencia para disfrutarlas. Sin embargo, la mayoría de las personas elige manzanas grandes y rojas, pero eso no siempre garantiza que sean frescas y de alta calidad. Entonces, ¿cómo podemos elegir manzanas de buena calidad? A continuación, compartiremos algunos consejos para elegir y comprar manzanas. Son muy simples pero muy prácticos. Vamos a verlos.
Lo primero en lo que hay que fijarse es el color. Si la manzana es dulce o no, se puede determinar por su color. Las manzanas en el mercado varían de rojas a verdes, independientemente de la variedad. No elijas manzanas verdes porque tienen el sabor de las manzanas que no han madurado completamente. Deberán ser astringentes, pueden ser jugosas, pero no serán dulces ni rojas. En general, las manzanas que ya están maduras tienden a ser de un color más rojizo. Sin embargo, si al comprar una manzana, notas que la superficie es inusualmente roja y atractiva, podría ser solo un fenómeno superficial, ya que las manzanas pueden crecer afectadas por la luz y las sombras de las hojas durante su desarrollo. Es poco probable que toda la manzana sea de un color rojo uniforme. Siempre habrá algunas partes con un poco de color amarillo. Por lo tanto, una manzana completamente roja no es natural; probablemente ha sido tratada artificialmente. Si te encuentras con manzanas que son completamente rojas y brillantes, es mejor evitar comprarlas. Ten en cuenta que los comerciantes pueden rociarlas con productos químicos para hacerlas parecer más frescas y atractivas. La forma correcta de elegir es optar por manzanas con una distribución desigual de color dorado en un lado y rojo en el otro. Estas manzanas son naturalmente maduras y de alta calidad.
El siguiente paso es observar el ombligo en la parte inferior de la manzana. A través de este, podemos saber el “género” de la manzana. Sí, las manzanas también tienen distinciones de género. Es sorprendente, pero cierto. En la parte inferior de la manzana, existe un pequeño ombligo o un ombligo más profundo. Los agricultores dicen que este tipo de manzana se llama “manzana masculina”. La carne de esta manzana masculina será más dura, menos crujiente y tendrá un sabor más ácido y astringente. En cambio, si el ombligo es grande y profundo, estamos ante una “manzana femenina”. Las manzanas femeninas tienen una forma más redonda, con una cabeza más larga y ancha. Estas manzanas son más frescas, dulces, deliciosas y jugosas. Por lo tanto, cuando elijas manzanas, busca aquellas que tengan un ombligo más profundo en la parte inferior.
El tercer aspecto a observar son las estrías en la piel de las manzanas. Los amigos más atentos ya habrán notado que algunas manzanas tienen la piel suave y colorida, mientras que otras presentan muchas estrías y colores irregulares. Si eliges manzanas con líneas y colores desiguales, estás cometiendo un error. Las líneas en la piel de la manzana son un símbolo de madurez natural. Las manzanas con líneas uniformes y verticales hacia abajo están más maduras. Si la superficie de la manzana tiene pocas líneas o no son claras, la carne será más dura y tendrá un sabor más ácido. Por lo tanto, al elegir manzanas, si encuentras que tienen más líneas en la superficie, significa que están más maduras, crujientes y dulces. No elijas manzanas sin líneas. Generalmente, las manzanas con más líneas verticales tienen una piel más fina, son dulces y están hidratadas. Estas manzanas son muy ricas en fibra cruda, lo cual favorece el tránsito intestinal, previene el estreñimiento y ayuda a expulsar toxinas del cuerpo.
El cuarto consejo es tocar la manzana para saber si es suave o rugosa. Cuando compramos manzanas, muchas personas prefieren las que se sienten suaves al tacto. Este es un error común. En realidad, cuando las manzanas crecen durante un largo período de tiempo, si siguen recibiendo luz, los azúcares y nutrientes se acumulan mejor. Por lo tanto, las manzanas que crecen bajo condiciones naturales deberían ser algo rugosas y, a veces, incluso pueden tener pequeñas manchas marrones. Si eliges una de estas manzanas, notarás que todas son dulces y deliciosas. Si la superficie es muy suave, es probable que haya sido tratada artificialmente para mejorar su apariencia, por lo que sería mejor evitarla.
El siguiente paso es observar la forma de la manzana. Durante el proceso de crecimiento, debido a la polinización, el suministro de nutrientes, el ambiente de crecimiento, etc., las frutas no siempre son redondas, a menudo tienen una forma irregular. Por lo tanto, si deseas comprar manzanas auténticas y naturales, debes elegir las que tienen formas algo torcidas. Según la experiencia personal, estas manzanas suelen ser más crujientes y sabrosas. Si son perfectamente redondas, es posible que hayan sido intervenidas artificialmente.
Finalmente, cuando hueles una manzana, las manzanas naturalmente maduras tienen un aroma afrutado muy agradable. Si huelen ligeramente a “crudo” o “verdes”, eso significa que no estaban suficientemente maduras cuando las cosecharon, y la carne será dura, sin abrirse completamente, lo que hace que el sabor no sea tan delicioso. Además, si detectas un leve “olor a vino”, significa que la manzana ha sido almacenada en un sótano por un tiempo, lo que no es ideal. Lo mejor es elegir frutas frescas de temporada.
Siguiendo estos consejos al elegir manzanas, no tendrás que preocuparte por comprar manzanas ácidas y sin jugo. ¡Podrás seleccionar manzanas dulces, deliciosas y jugosas cada vez! Aprende y recuerda estos consejos y compártelos con tu familia y amigos.