No Creerás Estos Increíbles Usos para los Plátanos Pasados

No importa cuán rica sea tu familia, no tires los plátanos pasados. No solo son valiosos, sino también muy prácticos. Tirarlos sería un desperdicio. Son dulces, deliciosos y económicos. A muchas personas les gusta comerlos. Sin embargo, cuando hace calor, no es fácil conservar los plátanos comprados.

El día anterior parecían estar en perfecto estado, pero al siguiente ya están negros y podridos. Los plátanos pasados no son comestibles. Cuando se pudren, se generan algunas sustancias dañinas en la pulpa, por lo que no es recomendable almacenarlos nuevamente para consumo. Sin embargo, en lugar de tirarlos, podemos aprovecharlos de otra manera. Primero, pelamos la cáscara exterior.

Tal vez te haya pasado lo mismo que a mí: la cáscara del plátano está mohosa, pero la pulpa parece estar en buen estado. Es posible que pienses que se puede comer sin problema. Sin embargo, te sugiero que no corras riesgos. Cuando el plátano tiene moho, generalmente la pulpa interna sigue pareciendo buena, pero puede haber comenzado a deteriorarse y estar llena de bacterias.

Consumir plátanos en este estado puede causar irritación en el tracto gastrointestinal, provocando síntomas como dolor abdominal y diarrea. Por ello, no es recomendable comerlos, pero tampoco es necesario tirarlos. Podemos reutilizarlos para darles un nuevo valor. Para ello, pelamos los plátanos y preparamos una botella de plástico como esta. Si tienes un recipiente adecuado en casa, también puedes usarlo, aunque lo mejor es utilizar plástico en lugar de vidrio, ya que este último es más frágil.

Si tu botella es grande, corta la parte superior con cuidado para evitar lastimarte con bordes afilados. Luego, coloca dentro los plátanos podridos. La pulpa estará blanda y tierna, por lo que podrás triturarla fácilmente con un rodillo o cualquier otra herramienta disponible hasta obtener un puré homogéneo.

Después, agrega agua a la botella, pero sin llenarla por completo. Deja unos 5 centímetros en la parte superior para evitar desbordamientos. Revuelve bien la mezcla con un rodillo para integrar el puré de plátano con el agua. Luego, cubre la botella con plástico y colócala en un lugar seco para que fermente durante una semana.

El plátano es rico en proteínas, grasas, vitaminas y otros nutrientes. Al fermentarlo, obtenemos un fertilizante natural para las plantas. Durante el proceso de fermentación, es importante destapar la botella cada tres días para liberar los gases que se generan. Así evitamos que el líquido se derrame debido a la presión acumulada.

Una vez finalizada la fermentación, el líquido está listo para ser usado como fertilizante. Para ello, filtramos la mezcla con un colador fino para separar los residuos sólidos del líquido. Luego, diluimos el fertilizante con agua limpia, ya que su concentración es alta y podría dañar las plantas si se usa directamente. Finalmente, vertemos el líquido en una botella con atomizador y lo aplicamos en nuestras plantas.

Las plantas de interior suelen crecer lentamente. Sin embargo, con este fertilizante casero, su crecimiento se acelerará y florecerán con más vigor. Además, el agua de plátano contiene calcio y fósforo, nutrientes esenciales para las plantas. Se recomienda utilizar este fertilizante una o dos veces por semana para evitar un exceso de nutrientes en el suelo. En plantas que prefieren suelos ácidos, también ayuda a regular el pH del sustrato.

Este método es sencillo, económico y efectivo. Si tienes amigos que cultivan plantas en casa, recoméndales fermentar plátanos pasados para hacer su propio fertilizante. Así, no necesitarán comprar fertilizantes comerciales y podrán mejorar el crecimiento de sus plantas de manera natural.

Pero los plátanos no son lo único valioso. Las cáscaras también tienen propiedades sorprendentes. Contienen polisacáridos, proteína, vitamina C y compuestos que inhiben el crecimiento de hongos y bacterias. Por ejemplo, podemos usarlas para limpiar zapatos de cuero. Solo debemos tomar un trozo de cáscara y frotar el interior sobre la superficie del zapato. La humedad de la cáscara limpia la suciedad y sus aceites naturales hidratan el cuero, restaurando su brillo sin necesidad de betún.

Además, las cáscaras de plátano pueden ayudarnos a eliminar cucarachas de manera segura y no tóxica. Para ello, cortamos la cáscara en tiras pequeñas y las colocamos en un recipiente. Su aroma dulce atraerá a las cucarachas. Luego, añadimos un poco de detergente en polvo y lo mezclamos bien. Este cebo atraerá a los insectos y, al entrar en contacto con el detergente, su sistema respiratorio se obstruirá, eliminándolos eficazmente.

Coloca estos recipientes en las áreas donde suelen aparecer cucarachas, como rincones y cocinas. Con este método, ya no será necesario comprar veneno para cucarachas, pues la mezcla de cáscara de plátano y detergente es una solución simple y efectiva.

Como ves, los plátanos pasados y sus cáscaras pueden reutilizarse de muchas maneras prácticas. Desde fabricar fertilizante hasta limpiar zapatos y eliminar plagas, estas ideas no solo ahorran dinero, sino que también contribuyen a reducir el desperdicio y aprovechar al máximo los recursos naturales. La próxima vez que veas un plátano pasado, piensa en todas las formas en que podrías sacarle provecho en lugar de desecharlo.