¡Pescado Frito Perfectamente Crujiente: El Método Correcto!

Cómo hacer pescado frito crujiente y dorado: un secreto que nunca olvidarás

Hoy te enseñaré cómo preparar un pescado frito dorado, fragante y crujiente que te dejará con ganas de repetir. A diferencia de lo que muchos hacen, no uses harina o almidón directamente para freír el pescado, ya que esto no siempre garantiza que quede crujiente. Sigue estos pasos y te aseguro que lograrás un resultado espectacular.

Preparación del pescado

Para comenzar, necesitamos pescado fresco. En este caso, utilizaremos pescados pequeños. El vendedor fue muy cuidadoso y ya limpió las vísceras de cada uno, así que solo nos enfocaremos en lavarlos y sazonarlos. Coloca los pescados en un recipiente, añade un poco de sal y frótalos con las manos. Esto no solo ayuda a limpiarlos, sino que también realza su sabor. Sin embargo, el pescado suele tener un olor fuerte, por lo que te compartiré un secreto infalible para eliminar ese aroma desagradable.

El secreto para eliminar el olor a pescado

La sal es el “enemigo natural” del olor a pescado. Al lavar los pescados, agrega un poco de sal y frótalos bien. Esto no solo elimina la mucosidad del pescado, sino que también ayuda a mantener su frescura y suavidad. Después de frotarlos, enjuágalos bajo agua corriente para asegurarte de que estén completamente limpios. Este paso es crucial, así que no lo subestimes. Una vez limpios, colócalos sobre una tabla de cortar.

Cortes estratégicos para un mejor sabor

Para que el pescado quede más sabroso, realiza pequeños cortes en forma de “flor” (conocidos como “flower knife” en inglés) en cada uno. Estos cortes no solo mejoran la textura, sino que también permiten que los condimentos penetren mejor, lo que resulta en un pescado más delicioso después de freírlo. Una vez que hayas hecho los cortes, coloca los pescados en un recipiente y prepárate para marinar.

Marinado: la clave para un sabor increíble

El marinado es esencial para eliminar el olor a pescado y potenciar su sabor. Para ello, necesitarás un trozo de jengibre, que cortarás en rodajas finas y luego en tiras gruesas. También prepara un puñado de cebollines, cortados en secciones de 3 a 4 centímetros. Coloca el jengibre y los cebollines en el recipiente con los pescados, añade un poco de sal, un toque de glutamato monosódico (MSG), pimienta para eliminar el olor y realzar el aroma, un chorrito de salsa de soya ligera, un poco de vino blanco de alta graduación y una cucharada de vinagre blanco.

Ahora, mezcla todo con las manos, asegurándote de que los pescados se impregnen bien con los ingredientes. El vino blanco no solo ayuda a eliminar el olor, sino que también mejora la frescura del pescado. El vinagre, por su parte, ablanda las espinas, lo que hace que el pescado quede más crujiente después de freírlo. Cubre el recipiente con plástico y deja marinar durante al menos 15 minutos.

La mezcla perfecta para freír

Mientras el pescado se marina, prepara la mezcla para freír. En un recipiente, combina una cucharada de harina con una cucharada de maicena (almidón de maíz) y mezcla bien. Muchas personas cometen el error de usar solo harina o solo almidón para freír el pescado. Si usas solo harina, el pescado quedará suave pero muy grasoso después de enfriarse. Si usas solo almidón, quedará crujiente al principio, pero se ablandará rápidamente. La combinación de harina y maicena garantiza un pescado crujiente que mantendrá su textura incluso después de enfriarse.

Freír el pescado a la perfección

Una vez que el pescado haya terminado de marinar, retira los trozos de jengibre y cebollines. Luego, cubre cada pescado con la mezcla de harina y maicena, asegurándote de que queden bien recubiertos, incluso en la parte del vientre. Sacude ligeramente los pescados para eliminar el exceso de harina.

Ahora, calienta aceite en una sartén. La temperatura del aceite es crucial: si está demasiado frío, el pescado absorberá mucho aceite y quedará grasoso; si está demasiado caliente, se quemará por fuera y quedará crudo por dentro. Para saber cuándo el aceite está listo, introduce un par de palillos: si se forman burbujas pequeñas y constantes alrededor de ellos, es el momento ideal.

Coloca los pescados en el aceite caliente, uno por uno, y fríelos a fuego medio-alto durante unos 3 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes. Retíralos y escúrrelos sobre papel absorbente. Luego, aumenta la temperatura del aceite y fríe los pescados por segunda vez durante 30 segundos. Este paso final asegura que queden extremadamente crujientes y no se ablanden con el tiempo.

Disfruta tu pescado frito crujiente

Una vez fritos, sirve los pescados y espolvorea condimentos al gusto, como polvo de comino, chile en polvo o pimienta. El resultado será un pescado crujiente por fuera, tierno por dentro, y con un sabor irresistible. ¡Buen provecho!