Pescado Frito Sin Harina ni Almidón: Crujiente por Fuera, Jugoso por Dentro: Pescado Frito Crujiente y Tierno

No importa qué tipo de pescado se fría, es incorrecto agregar almidón o harina. Si quieres que los trozos de pescado queden crujientes por fuera y tiernos por dentro, hoy aprenderás un truco que te hará destacar. ¡Toda tu familia te elogiara por esta receta! Vamos a ver los detalles paso a paso.

Cómo hacerlo:

Primero, selecciona pescado fresco. Este es un requisito imprescindible. Elegir pescado fresco garantiza un buen sabor. Comencemos con la limpieza, principalmente de las branquias, el vientre, los huesos, la sangre y la membrana negra. Estos son los principales causantes del olor a pescado. A continuación, cortamos las aletas del pescado. Probablemente muchos ya sepan que hay un hilo en el “pescado” llamado “hilo del pescado”.

Haz un pequeño corte donde la cabeza del pescado se une al cuerpo, y podrás ver claramente una cabeza blanca. ¿Vieron el hilo del pescado del que todos hablan? Simplemente lo pellizcamos y lo sacamos. Golpea ligeramente el cuerpo del pescado desde el costado. Sujeta el hilo blanco con una mano y podrás sacarlo fácilmente.

Sin embargo, no uses demasiada fuerza al retirarlo, ya que el hilo del pescado se puede romper fácilmente. El llamado “hilo del pescado” es el canal por donde el pescado expulsa sustancias que causan su mal olor. Quitar este hilo tiene como objetivo eliminar el mal olor. Ahora, retiramos la cabeza del pescado.

La cabeza del pescado puede utilizarse para hacer caldo, y luego cortamos el pescado en dos partes. Los trozos de pescado deben ser del tamaño de un dedo, luego los cortamos en trozos más pequeños. Retiramos los huesos y la cabeza del pescado que quedan en medio, los cuales se usan para hacer caldo. Es recomendable poner los trozos de pescado procesados en un tazón grande.

Luego, preparamos algunas ramas de cebollino y las cortamos en trozos pequeños. Colocamos estos trozos en un tazón pequeño. A continuación, preparamos un trozo pequeño de jengibre, lo cortamos en rodajas finas y luego en tiras finas. Esto ayudará a liberar mejor el aroma del jengibre. Después de cortarlo, lo colocamos en un tazón pequeño.

Añadimos una pequeña cantidad de granos de pimienta y algunas estrellas de anís, luego agregamos media taza de agua tibia. Colocamos guantes y amasamos todo con las manos para liberar completamente el aroma de la cebolla, el jengibre y la pimienta, ya que principalmente utilizamos el jugo que se encuentra dentro de estos ingredientes.

Ahora podemos marinar el pescado para eliminar el mal olor y darle sabor. Vertemos el jugo de la mezcla sobre los trozos de pescado, agregamos un poco de pimienta, un poco de vinagre blanco y luego removemos todo bien. El jengibre, la cebolla y la pimienta tienen un excelente efecto para eliminar el mal olor, mientras que el vinagre blanco también ayuda a suavizar y eliminar olores. Dejamos marinar durante unos minutos, revolviendo de vez en cuando, y luego cubramos el tazón y lo dejamos reposar durante unos 20 minutos.

Mientras tanto, batimos dos huevos en un tazón, mezclando bien la clara y la yema con unos palillos. Luego, lo dejamos a un lado. Después, agregamos una cucharada de almidón y una cucharada de harina a un plato. Esta es una parte en la que mucha gente se confunde sobre si usar harina o almidón para freír.

El mayor beneficio de usar almidón para freír pescado es que produce una textura más crujiente, pero tiene una desventaja bastante evidente: se vuelve duro después de enfriarse, lo que cambia la textura. Por otro lado, el pescado frito con harina no tiene una textura tan crujiente y, después de enfriarse, la harina se ablanda al absorber la humedad del aire. Las ventajas y desventajas del almidón y la harina para freír pescado son complementarias, por lo que la mejor forma de freír es usar ambos juntos, logrando una textura crujiente sin que se endurezca ni se ablande después de enfriarse.

Con todo listo, los trozos de pescado ya están marinados. Ahora tomamos los trozos de pescado marinados y los sumergimos en el líquido de huevo, cubriéndolos uniformemente con una capa de huevo. En este paso, la clara de huevo absorberá la humedad de la superficie del pescado, lo que garantiza que la carne del pescado sea más tierna y que no salte aceite al freírlo. A continuación, cubrimos uniformemente los trozos de pescado con una capa de harina y almidón mezclados.

Sumerge los trozos de pescado directamente en la mezcla de harina y presiona ligeramente con los palillos o las manos para que la capa de polvo se adhiera bien a la superficie. Este paso es muy importante porque el grosor de la capa de harina afectará directamente el sabor del pescado frito y el grado de crujiente por fuera y tierno por dentro.

Por ejemplo, si la harina no se aplica de manera uniforme, el pescado se cocinará de manera desigual y la capa será más fina, lo que resultará en un pescado frito más seco y menos fresco. Después de aplicar la capa de harina, lo dejamos reposar mientras preparamos la sartén.

Ponemos media sartén de aceite en la sartén y lo calentamos hasta que esté al 60% de su temperatura máxima. En ese momento, agregamos los trozos de pescado. Cuando los trozos de pescado se agregan, movemos rápidamente y con suavidad para evitar que el aceite salte. Una vez que los trozos de pescado estén en la sartén, los freímos a fuego alto hasta que se fijen completamente. Luego, comenzamos a voltearlos. Recuerda reducir el fuego a medio.

Volteamos lentamente y seguimos friendo para que el interior del pescado se cocine bien. Queridos amigos, no es fácil hacer videos. Cada comentario, like y seguir son la motivación que me impulsa. Si te ha servido este video, por favor, dale un pulgar hacia arriba. ¡Gracias por tu apoyo!

En este punto, los trozos de pescado están completamente cocidos y podemos voltearlos con los palillos. No hay dificultad en el proceso de fritura. Solo tienes que voltear los trozos de pescado de vez en cuando y seguir friéndolos. Así quedarán dorados y crujientes. El último paso es sacar los trozos de pescado fritos y escurrir el exceso de aceite. Después de escurrir el aceite y el agua, los ponemos en un plato para servir.

Antes de comer, puedes espolvorear un poco de sal marina o tus condimentos favoritos para darle más sabor. Siguiendo estos pasos, puedes freír trozos de pescado crujientes por fuera y tiernos por dentro. Comparado con agregar directamente almidón o harina, este método es más sencillo, tiene mejor sabor y conserva la textura tierna del pescado.

Si dominas estos trucos, podrás hacer fácilmente este delicioso platillo, con una textura impresionante. ¡Te aseguramos que no te decepcionará!

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