Lavar el hongo negro solo con agua es equivalente a comer “comida sucia”. Un chef me enseñó el método correcto para eliminar todos los huevos y bacterias.
¡Hola a todos! El hongo negro es un ingrediente muy nutritivo y delicioso. Generalmente, cuando compramos hongos, elegimos la variedad deshidratada. Algunos piensan que remojar el hongo cada vez es una pérdida de tiempo, pero hoy les enseñaré un truco para remojar y limpiar los hongos rápidamente, asegurando que puedan disfrutar de un platillo delicioso y seguro.
En el mercado hay dos tipos de hongos deshidratados. Los más grandes suelen ser hongos cultivados, mientras que los más pequeños y de color diferenciado en la parte superior e inferior son hongos silvestres. Estos últimos son de mejor calidad, con un sabor suave y un ligero aroma a madera. Su fragancia única no se encuentra en los hongos comunes.
Para comenzar, es importante remojar los hongos de la manera adecuada. Añade un poco de azúcar y luego agua tibia, ya que el agua fría tarda mucho en remojarlos y el agua caliente puede dañar su textura. La temperatura ideal es de 40 a 50 grados, ya que remoja los hongos rápidamente sin alterar su sabor ni su elasticidad. El azúcar ayuda a suavizar la fibra del hongo, facilitando la absorción de agua. El azúcar también promueve la expansión y mejora el sabor umami del hongo. Tras unos segundos de mezcla, notarás cómo los hongos empiezan a crecer visiblemente. Luego, cúbrelos con una tapa para conservar la temperatura y facilitar el proceso.
En menos de media hora, los hongos estarán completamente remojados, mostrando una textura gruesa y elástica, similar a los hongos frescos. El siguiente paso es la limpieza. Primero, prepara agua de arroz, es decir, el agua que se utiliza para lavar el arroz. Añade una cucharada de sal a los hongos y vierte el agua de arroz sobre ellos. Mezcla bien con las manos para eliminar la suciedad.
Es importante recordar que en las arrugas de los hongos pueden ocultarse huevos de gusanos y otros residuos. Incluso si los lavamos a mano, es difícil eliminarlos por completo. Por eso, el agua de arroz es ideal, ya que su contenido de almidón tiene la capacidad de absorber suciedad y residuos. La sal, por su parte, actúa como desinfectante. Después de lavar durante unos minutos, notarás cómo el agua se oscurece y aparecen residuos flotantes. Esto indica que gran parte de la suciedad se ha eliminado.
Tras este proceso, enjuaga los hongos dos veces con agua limpia hasta que el agua salga clara. Luego, escúrrelos y colócalos en un recipiente. Aunque el proceso pueda parecer largo, vale la pena. Un mal lavado puede provocar molestias estomacales, pero siguiendo este método se asegura la salud y el disfrute del platillo.
Una vez limpios, notarás que los hongos están más suaves y lisos. Desgarra los hongos más grandes en trozos pequeños para facilitar su cocción y mejorar su sabor. Hierve agua en una olla y añade sal y un poco de vinagre blanco. Luego, introduce los hongos y blanquéalos durante 5 a 8 minutos. No los dejes demasiado tiempo para evitar la pérdida de nutrientes. El vinagre no solo desinfecta, sino que también mejora la textura, haciéndola más crujiente y tierna.
Una vez listos, retíralos del agua caliente y pásalos rápidamente a agua fría para detener la cocción y evitar que se vuelvan blandos. Escúrrelos bien y resérvalos. Luego, corta una cebolla en tiras finas y colócala en un plato. Pica un poco de cilantro y agrégalo. Si te gusta el picante, corta algunos chiles en rodajas para realzar el sabor y darle un toque de color.
Pica unos dientes de ajo y agrégalos a un recipiente pequeño. Añade una cucharada de sésamo y vierte aceite caliente para liberar el aroma. Luego, incorpora sal, un poco de azúcar, salsa de soja y vinagre balsámico, mezclando bien para crear una salsa sabrosa.
Añade los ingredientes preparados a los hongos y mezcla bien durante unos minutos para que absorban el sabor. Luego, sirve en un plato. El resultado es un platillo refrescante, crujiente y delicioso. Al morderlo, notarás la frescura y el sabor único del hongo, que parecerá “bailar” en tu paladar.
Con este método, no solo disfrutarás de una comida segura y deliciosa, sino que también te asegurarás de eliminar cualquier suciedad o residuo, disfrutando del auténtico sabor de los hongos negros.